VIVENCIAS DE UN VIERNES SANTO

¿Qué palabras podría poner para explicar todo lo que vivimos ese día? ¿Qué palabras son las precisas para que todos Uds. Entiendan lo que cada uno de nosotros vivimos esa tarde? Exactamente no lo se, y por ello voy a intentar ser lo más claro posible, ya que son muchas historias las que podría relatar, muchos pensamientos que podría plasmar en estas líneas.     Son muchas las palabras que relatarían los sentimientos de esas personas, que el pasado Viernes Santo se quedaron sin poder sacar a su Madre a las calles de Criptana. En cada cuadrilla la Semana Santa se vive de una forma, de una manera diferente. En ésta cuadrilla, se vive de una manera muy especial. Son muchas las veces que nos juntamos. Muchas reuniones que hacemos para definir entre todos las personas que van a formar la cuadrilla. Muchas conversaciones pensando en lo que va a ser la procesión, en como se va a desarrollar. Mucho tiempo invertido en preparar cuatro horas. Cuatro horas que como ocurrió el pasado año, se pueden ir al traste. Llevamos mucho tiempo sacando juntos, y gracias a Dios, nunca nos habíamos tenido que quedar sin salir. Por eso para todos fue un palo muy duro.    Todo empezó el Jueves Santo, cuando por causa de la lluvia, la procesión tuvo que suspenderse. Ya se empezaba a notar en las caras cierto nerviosismo, aunque por desgracia, era una cosa a la que ya estábamos acostumbrados, por lo que no le dimos tampoco mucha importancia, esperando que el Viernes iba a amanecer tranquilo. Pero no fue así, ya que cuando abrimos los ojos, todo estaba nublado, oscuro, y lo peor de todo, lloviendo. Nos fuimos a la Madre de Dios, donde comenzaban las procesiones. Ya nuestras caras eran de preocupación. Nadie daba una respuesta, nadie decía que era lo que se iba a hacer. Al final la procesión salió, aunque tuvo que volverse a la mitad.Cerca del mediodía, aclaró un poco, lo que nos dio pie a un poco de esperanza. Pero duro poco, ya que otra vez arrancó a llover. A eso de las cuatro de la tarde, nos juntamos toda la cuadrilla. Entonces ya se notaba lo malas que iban a ser las horas siguientes.Nadie hablaba, nadie reía. Las caras eran serias, todas las miradas se dirigían hacia el cielo. Cada uno sumergido en su mundo. Cada uno intentando reprimir unas lágrimas que al final de la tarde saldrían a mares. A eso de las seis de la tarde, decidimos acercarnos a la Madre de Dios. Allí el ambiente estaba desierto y triste. Para muchos fue uno de los momentos más duros de la tarde, ya que al pasar hacia dentro, nuestros ojos se dirigieron hacia nuestra Madre. Su mirada denotaba una tristeza fuera de lo normal. Sus lágrimas eran intensas, lo que hizo que entre nosotros empezaran a saltar más de dos lágrimas. En su cara se podía leer que este año no iba a poder procesionar con su pueblo, en sus calles.Después de muchas vueltas, la decisión final llegó alrededor de las ocho y media. Fueron dos largas horas de espera, de angustia, deseando no escuchar lo que nuestro corazón sabía. En esas horas, particularmente, aprendí de mis compañeros muchas cosas.Me enseñaron los verdaderos valores de la amistad dentro de una cuadrilla. Me enseñaron la otra cara de los anderos. Es muy bonito ser andero cuando una procesión sale y tú cuadrilla va bien. Es muy bonito ser andero cuando te reúnes con tú cuadrilla y se habla, mientras se está de comida, de lo bien que salió la procesión o de cómo se plantea la siguiente. Pero para mí, es más bonito ser andero cuando un compañero está desolado y llorando y otro se acerca a consolarlo y juntos se desahogan. Es más bonito para un andero poder sentirse arropado por el resto de tú cuadrilla, por mirar a tu alrededor y no verte sólo en esos momentos en el que el sueño de todo un año se a esfumado. Para mí, lo más bonito de ser un andero es tener una cuadrilla que te quiere y te apoya en todo momento.    Eso es lo único que me gustaría rescatar de esa tarde, de esa oscura tarde en el que nuestro sueño de estrenar, en nuestros hombros, la Asociación con Nuestra Madre, la que nos da nombre, no se cumplió. Con estas líneas, espero haberles explicado a grandes rasgos, lo que fue para nuestra Asociación el pasado Viernes Santo, de la forma en que lo vivimos y lo sentimos. Aunque les podría haber relatado mil historias que contasen mejor lo que sentimos, más interiormente cada uno de nosotros, pero entonces entraríamos en temas particulares y necesitaríamos un libro para nosotros. Me gustaría darle las gracias, de manera particular, a la Junta Directiva de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Stma. de la Soledad Angustiada, en primer lugar por hacerme partícipe de este boletín tan importante para la Cofradía, y en segundo lugar por la aceptación hacía nuestra Asociación. Presidente de la ASOCIACIÓN CULTURAL DE ANDEROS “MARÍA SANTÍSIMA DE LA SOLEDAD ANGUSTIADA”