A principios del Siglo XVII, en la antigua cofradía de Nuestra Señora de las Angustias, se adquieren nuevas imágenes, entre ellas la de Nuestro Padre Jesús Nazareno y se terminan las obras que todos podemos contemplar: la bóveda de cañón, las pechinas en piedra, así como los adornos del camarín de Jesús, la Sacristía y la subida a la planta alta. Todo ello costeado por D. Cristóbal Tineo y Orea, que en su testamento confiesa haber gastado grandes sumas de dinero en la construcción de la Ermita de la Soledad, sobre la antigua capilla de las Angustias.
Este episodio histórico es inmediatamente posterior a la corriente religiosa de la Contrareforma que fue la reacción de la Iglesia Católica contra la Reforma de Calvino y Lutero. Siendo una humilde muestra del Arte Barroco que en sus más amplias manifestaciones artísticas es un fenómeno complejo de índole social, político y religioso.
Entorno a esta época histórica, en nuestra Villa se produce un importante desarrollo económico y social. Se construyó el Convento del Carmen (edificio recientemente restaurando y buen ejemplo del Barroco Religioso), se edificó el Pósito Real, La Tercia Real y los archiconocidos Molinos de Viento. Coincide con el llamado Siglo de Oro en nuestro país. El Barroco es el arte nacido a finales del siglo XVI que abarca el siglo XVII y parte del siglo XVIII, contrasta con el racionalismo y el clasicismo renacentista que significaba equilibrio y simetría.
Causas sociales y psicológicas
El siglo XVII fue una época de guerra y violencia como en pocas fases de la historia europea. La vida se veía frecuentemente atormentada en dolor y muerte. Por eso también era más necesaria que nunca la exaltación de la vida agitada e intensa para el hombre barroco.
En aquella época, se levantan y reforman iglesias, ermitas y capillas donde albergar imágenes de Nuestro Señor, la Virgen María e infinidad de Santos, en oposición a la deriva de la iglesia luterana y calvinista; siendo nuestro país es el más férreo baluarte en la defensa del catolicismo (guerras de religión en el Norte de Europa y lucha contra los Turcos).
Como singular exaltación del sentimiento religioso los fieles se vuelcan en los desfiles procesionales, donde se hace pública muestra de fe y religiosidad por parte del pueblo. Todo esto como consecuencia del Concilio de Trento donde se proclamó que se podía rendir culto a los santos como ejemplo y testimonio de vida cristiana: “deben ser absolutamente condenados los que afirman que son i*****es las frecuentes visitas a las capillas dedicadas a los santos con el fin de alcanzar su socorro”.
El Barroco sin embargo propone nuevos valores estéticos en los que predomina el movimiento con la utilización de las formas curva, de lo cóncavo y lo convexo, para crear sus formas. Otra de las características del barroco que se manifiesta en la arquitectura, escultura y la pintura es el juego de las sombras. En la estética del barroco, son muy importantes los contrastes claros-oscuros. Esto es apreciable fácilmente en la pintura (por ejemplo el tenebrismo) pero también en la arquitectura, donde el arquitecto barroco juega con los volúmenes de manera abrupta con numerosos salientes para provocar acusados juegos de luces y sombras.
En ese contexto, se experimentaba el empuje de amar las pasiones de la vida así como el movimiento y el color, como si de una magna representación teatral se tratase. De hecho, se ha indicado con acierto que en las artes plásticas, el barroco intenta reproducir la agitación y vistosidad de la representación teatral.
La renovación de la Iglesia tras el Concilio de Trento encontró en los artistas barrocos de la Europa católica los propagandistas ideales del nuevo espíritu. La representación de milagros etc., debía suscitar en los fieles la fe y la piedad. Todo lo divino se rodeaba de esplendor. Para reaccionar contra la severidad e iconoclastia del Protestantismo, la Iglesia Católica alentó la edificación de templos con profusión de escultura.
También dirigió a los artistas a alejarse de los temas paganos que tanta aceptación tuvieron durante el Renacimiento, así como evitar los desnudos y las escenas escandalosas.
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