viernes, 29 de noviembre de 2013

ORAD PARA QUE NO ENTRÉIS EN LA TENTACIÓN

Jesús, solo y triste, sufría y empapaba la tierra con su sangre. 
De rodillas sobre el duro suelo, persevera en oración.
Llora por ti y por mí, le aplasta el peso
 de los pecados de los hombres.

"Pater, si vis, transfer calicem istum a me, sed tua fiat."
"Padre, si quieres, haz que pase este cáliz de mi,
pero no se haga mi voluntad, sino la tuya"
(Lucas, XXII, 42)


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